
Las arañas siempre han sido unos de los mejores aseninos de la naturaleza: tejen redes donde atrapan a sus víctimas, que luego devoran. Con una excepción: este curioso ejemplar que sólo se alimenta de capullos de hojas y pequeños brotes de los árboles de Acacia, robándoselos a las hormigas que se encargan de cuidarlos.

Dato: Se aprovecha de un mutualismo entre las hormigas y la planta: las primeras cuidan a la Acacia de otros hervíboros y a cambio tienen un sitio para vivir, y su alimento, un néctar que la planta segrega en la base de las hojas, además de alimentarse también de las mismas hojas. La araña observa la situación y aprovecha el momento adecuado para robar el alimento a las hormigas sin ser vista.

Dato: Se observó por primera vez este comportamiento en 2001, y más tarde en 2007. Vive por América Central y el sur de Méjico.
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